O testemuño: Ribadeo. Recuerdos de infancia (Amadeo Arango)

Amadeo Arango conta no seu libro Ribadeo. Recuerdos de infancia, como eran os cines da vila nos 50. Hai que recordar que durante este periodo, en Ribadeo convivían o Cine Teatro e o Colón.

“Las salas Teatro (una de las más antiguas de Galicia) y Colón, de los treinta y cinco locales que hay en la provincia, son las únicas que disponen de pantalla Miracle Mirror y por lo tanto proyectan películas en panorámica y cinemascope. A diario ofertan, por el módico precio de dos pesetas butaca y una peseta general, en competencia, dos sesiones (los festivos tres) a las ocho y a las once de la noche, las mejores cintas del momento. No es extraño ver los domingos a la salida de la Iglesia parroquial, a empleados de ambas entidades entregando prospectos impresos a todo color, que nos dicen que vayamos a ver La Brigada Suicida, porque “cada disparo rebotará en su sensibilidad”, o bien “cada golpe le levantará de su asiento”. Otras veces aseveran que con Objetivo: Birmania “sentirá una emoción sin límites”. Si el que está en pantalla es Humphrey Bogart, es seguro que se trate de un film que “paraliza los latidos del corazón” como ocurre con Pasaje para Marsella. Una cosa distinta sucede con El asombro de Brooklyn, que da lugar a que “la carcajada sea elevada a su máxima potencia”, o tal vez “no reirán las piedras porque no irán a verla”. Es la época de la Vistavisión, del Cinemascope y de películas tales como: Lo que el viento se llevó, Quo Vadis?, Sansón y Dalila, Las minas del Rey Salomón, Miguel Strogoff, La casa de la Troya, La túnica sagrada, El último cuplé, La violetera, Río Bravo, Candilejas, La vuelta al mundo en ochenta días, La legión del Silencio, Jalisco canta en Sevilla, Arroz Amargo, La última frontera, Solo ante el peligro, Cantando bajo la lluvia, Marcelino pan y vino, El hombre de Kentucky, El pequeño ruiseñor, Los diez mandamientos, Ben Hur o Guerra y Paz.

Las proyecciones son muy completas porque durante el primer cuarto de hora se exhibe el NODO, con las noticias más importantes que ocurren en el mundo que casi siempre empiezan: “Su excelencia el Generalísimo Franco ha inaugurado…”. Después, hay un descanso de diez minutos en el que se ofrece propaganda muy lograda de las distintas firmas comerciales locales. Por último, los trailers.

En el verano se representan algunas obras y comedias, pero el Teatro siempre se llena cuando actúa Antonio Machín. Machin tiene mucho gusto cantando y por eso un año tras otro, después de haber entonado Angelitos negros, se oyen los gritos insistentes de otra, otra, otra…

La gente, que en parte va al gallinero porque se pasa mejor, se lleva unos caramelos que son extraídos de una clásica bombonera y los cacahuetes que previamente adquirió en La Flor.”

23/01/1954 (Las Riberas del Eo) 

21/12/1957 (Las Riberas del Eo)

19/07/1958 (Las Riberas del Eo)

Arango Moreno, Amadeo: Ribadeo. Recuerdos de infancia.

Xerfa. Ribadeo, 1997